Come un poco menos
Ajusta el tamaño de la ración a las necesidades del cuerpo. Debes acabar la comida con satisfacción pero sin sensación de plenitud abdominal.
Realiza 5 comidas al día
Tres principales (ninguna muy copiosa) y dos ligeras a media mañana/tarde, evitarás los atracones. Aplica el principio de "desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo".
Toma 5 raciones de fruta y verdura al día
Se recomienda uno o dos platos de verdura y tres piezas de fruta. Recupera el hábito saludable de tomar legumbres y pescado.
No abuses de los dulces (caramelos, chocolates, bollería, refrescos azucarados...)
Ni de alimentos grasos, sobre todo, los ricos en grasas saturadas (carnes rojas, mantequillas, helados...). Concédetelos como un
"premio ocasional" sólo cuando realices un ejercicio compensatorio, por ejemplo,
ir a correr.
Cocina habitualmente con aceite de oliva
Y mejor a la plancha, al vapor o al horno que frito o rebozado.
Come despacio y masticando bien cada bocado. Además de digerir mejor la comida te llenarás antes con menos cantidad.
Come con tranquilidad
Disfrutando del sabor, olor y textura de los alimentos. Mejor en ambiente relajado, lejos del ordenador y de aparatos ruidosos o que carguen elétricamente el ambiente. Además, comer en compañía puede resultar tranquilizador y divertido.
Para calmar la sed, bebe agua
Es la bebida por excelencia, refresca, no engorda y relaja el apetito. Toma 1,5-2 litros al día. El alcohol siempre con moderación. Mejor vino y cerveza (no más de 1-2 copas al día) que licores y otros alcoholes fuertes.
Aumenta la actividad física diaria
Con pequeños gestos cotidianos que te ayudarán a sentir menos cansancio y un mayor tono vital: subir o bajar escaleras en vez de coger el ascensor, utilizar el transporte público en lugar del coche, caminar por la ciudad, llevar a los niños andando al colegio, pasear con los amigo/as...Si además incorporas 30-40 minutos de paseo diario a paso rápido o haces algún deporte 3 veces por semana,
mejorarás tu descanso y sentirás más fuerza para afrontar la dura tarea cotidiana.
No te sientes a ver la televisión más de dos horas al día
Puedes ver tu programa o serie favorito en la tele
a la vez que haces bici estática en casa
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